Miguel Ángel conoció a Pina en casa de su hija María cuando ella ejercía de hogar de acogida de la peque.
Pero no fue María sino Pina la que convenció a Miguel Ángel de que tenía que adoptarla.
En cuanto María nos comunicó la intención de Miguel Ángel nos pusimos locos de contentos.
¡Menuda suerte has tenido Pina! Si es verdad, que te lo has ganado tú solita. Eres una gata espectacular y el que tuvieran que amputarte la pata no ha sido ningún problema para que tengas la mejor de las vidas.
Nos alegramos muchísimo de que Miguel Ángel y Pina ya comparten sus vidas.
¡Que seáis muy muy felices!